Una de las experiencias del pasado regresa al presente, El Tren de la Libertad, ofrece a los turistas
vivir experiencias diferentes con la ruta Ibarra a Salinas, donde se abre el escenario para conocer una parte del encanto
ecuatoriano.
Los magníficos valles, puentes, túneles labrado en roca, la
dulzura de los cañaverales y sus bellos paisajes son los que impresionan a las
personas que se adentran en el fantástico mundo del recorrido del tren.
La obra fue impulsada hace 100 años, por el ex presidente Eloy Alfaro Delgado y vuelve a
revivir el sueño Alfarista; y con
ello relatos y anécdotas del ayer se
prenden de nuevo con los recorridos por
los verdes caminos donde alguna vez dejaron sus huellas.
Cesar Augusto de 75 años recuerda sus días de juventud cuando
abordaba en el tren, rumbo a San Lorenzo “En esos tiempos
viajaba con mi esposa María Dolores a
las ferias a vender ropa, muchas compañeros de viaje llevaban distintas clases
de mercadería entre ellas se encontraba animales, telas, canastas entre otros
objetos y se veía en el rostro de la gente ganas de trabajar para llevar el pan
a la casa” afirmo Cesar
morador de Ibarra, recordando
experiencias vividas en el siglo XX.
En la actualidad, todo ha
cambiado y el gobierno de la revolución ciudadana ha invertido 6 millones de
dólares en la remodelación de este vehículo del ayer, que se ha convertido en
un tren patrimonial de origen turístico.
Además la ruta férrea está adornada por un paisaje natural, que
enamora a las personas que lo visitan, siete túneles son los que forman parte
del recorrido hasta llegar a Salinas; donde los afro ecuatorianos reciben con
música, danza y cultura a los turistas, “Me alegra mucho que haya esto, que venga
vuelta este motor, porque yo cuando tenía 18 años venia a esta estación”
menciono Delia de 80 años habitante de Salinas.
Los pobladores de Salinas demuestran alegría no solo por el beneficio
económico sino también por el turístico,
los nativos expresan la cultura del
pueblo afro, sin embargo “El tren y la sal es recordar la vida misma
de nuestros ancestros, el tren es lo nuestro y todos nos hemos unido para realizar emprendimientos es por
ello que se ha creado el proyecto Desarrollo Turístico Palenque” dijo Raúl
Maldonado (Presidente de la Junta Parroquial de Salinas).
El cálido clima, el museo de la sal, las danzas al ritmo de la
bomba los movimientos de caderas de sus hermosas mujeres, las artesanías y las delicias de su gastronomía es
lo que hace único a este recorrido, en el Tren de la Libertad, además “Recuperar los valores patrióticos, con la restauración
de la vía del tren, y la inversión del gobierno en cuanto a que los turistas
puedan disfrutas de la biodiversidad, ha
sido muy acogedora puedo decir que la demanda
ha superado las expectativas, y que el ferrocarril es patrimonio de los
ecuatorianos porque ya no se ve solo como una infraestructura sino como un patrimonio histórico” recalcó Anita
Villarreal gerente de la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador del Norte.
La
magia de la provincia de Los Lagos, lleva a los turistas a cálidos recorridos
por caminos que tienen historias, que algún día marcaron un ideal, y que hoy
vuelven a florecer.
Convirtiéndose
en un icono donde el sueño
del viejo luchador renace, esta
ilusión empezó en el siglo XX como un
eje dinamizador de la economía de las poblaciones del Ecuador y un siglo
después resucita como un tren
histórico, en el cual miles de turistas pueden disfrutar del
encanto de su ruta.
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