A Salinas en el Tren de la Libertad
Eran las diez de la mañana del sábado diez de
noviembre, cuando el tren de la libertad salió de la estación del
ferrocarril de Ibarra, con 35 pasajeros,
con destino a la parroquia de Salinas, un lugar turístico con espacios
históricos e interesantes.
El tren apenas estaba saliendo y la emoción de los
pasajeros era evidente, puesto que, para algunos de ellos era la primera vez
que realizaban un tour en tren hasta
Salinas.
Un sol radiante acompañaba el viaje de los turistas, a
las once de la mañana, y mientras el tren dirigía su camino, las personas que
iban en él, se entretenían mirando hermosos paisajes que posee la provincia de
los Lagos; los siete niños en cambio disfrutaban al pasar por los extensos
túneles.
En el transcurso del viaje Eliana, una guía turística
explicaba los paisajes, la historia del
pueblo afro ecuatoriano; era las once y cuarto de la mañana y el desplazamiento
en el tren continuaba y para los pasajeros el tour era animado.
Eliana Ferigra, guía turístico estación del
ferrocarril de Ibarra dice “es muy hermoso hacer recorridos en el tren, los
pasajeros disfrutan de los paisajes, además, de visitar la parroquia de Salinas,
la cual ofrece una variedad de servicios”.
A las once y treinta de la mañana, la guía anunciaba
que faltaba diez minutos para llegar a la parroquia de Salinas, los pasajeros
contentos y ansiosos de conocer el lugar y continuar con la aventura del día,
sonreían y hacían sesión de fotos para el recuerdo.
Brandon Tapia, un pasajero del tren de la libertad
manifiesta “es una experiencia maravillosa, porque se puede conocer y disfrutar
de otros lugares que están a nuestro alrededor”.
El tren pitó a las once y cuarenta, y era significado
de la llegada a Salinas y desde el tren se podía escuchar la música de la Banda
Juvenil de la parroquia, además, de ver el baile de un grupo de danza
conformado por hombres y mujeres afros, los cuales realizaron un pequeño programa
para dar la bienvenida a los visitantes e invitaron a bailar los turistas a la
parroquia.
Al medio día se terminó el evento y a los visitantes
invitaron a entrar en la cafetería del tren, donde atienden mujeres
emprendedoras que habitan en la parroquia,
sala de artesanías, en la cual exponen artesanías elaboradas por
emprendimientos de Salinas.
A las doce y treinta, los guías nativos de la
parroquia, reunían a los turistas para iniciar el recorrido, los visitantes se
acercaban y continuaron con el camino
hacia murales que están en paredes de algunas de las casas de los moradores,
los cuales tienen imágenes que representan costumbres del pueblo afro, después prosiguieron
a la iglesia, donde existe la virgen de las Lajas en una piedra, la cual, afirman
los habitantes que va creciendo. Posteriormente, fueron al museo de sal, aquí
explicaron el proceso de la elaboración de sal y algunos de los materiales que
utilizan para preparar. Después,
visitaron la sala etnográfica, lugar que contiene la historia del pueblo afro e
imágenes de líderes afros.
David Mina, guía turístico nativo, dice “es una
experiencia extraordinaria compartir la historia de los afros con otras
personas, porque esta es la historia que no nos han contado en la escuela;
cuando los turistas visitan nuestra parroquia
presentamos nuestra cultura y de esta manera fortalecemos nuestra
identidad”.
Los visitantes acompañados de un gran calor y un sol radiante a las dos de la tarde, se
dirigían al centro gastronómico para degustar de la comida salinense, al llegar
al lugar, el grupo de música “cimarrones” los esperaba y mientras las personas
ingresaban el grupo cantaba, luego cada uno hacía el pedido de su comida.
Cuando terminaron de comer, los guías nativos,
llevaron a los visitantes a la estación del ferrocarril de Salinas, puesto que,
la hora de retorno había llegado y así después de reír, bailar, cantar, se
despidieron de la parroquia, hasta que llegó el tren y uno a uno se subía,
luego el tren despegó y de esta manera, 35 personas terminaron un día de
aventura, aprendizaje y una nueva experiencia en cada uno de los visitantes.
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